El Hogar Colegio La Milagrosa de Arecibo es una institución educativa de corriente regular, que se enorgullece de ser instrumento de la Iglesia Católica para hacerse presente en el campo de la educación y en la sociedad. Un aspecto fundamental en nuestra filosofía es la formación integral de jóvenes católicos estimulando el conocimiento básico de la verdadera dinámica presencia de Dios en la naturaleza y en la historia de la humanidad por medio de actividades que capacitan al estudiante para ampliar tanto su experiencia como su capacidad intelectual.

Nuestra filosofía pretende orientar todos los conceptos académicos hacia la búsqueda de la verdad a través de la ciencia, la vida, la fe y la consecución de la justicia. Creando conciencia entre los alumnos, así como entre los padres y maestros, de las situaciones dolorosas que sufren en los pueblos y de manera especial los pobres, los marginados, los perseguidos. La sensibilidad por el dolor humano y un desarrollo del juicio crítico harán que nuestros estudiantes se comprometan con la historia de la humanidad, creando en su mundo adulto unas estructuras de acuerdo al Evangelio.

Dirigido el Colegio por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, y secundadas por maestros católicos, se propone, como fin, llevar a los estudiantes a adquirir una fe militante y adulta.

El Colegio aspira ser una escuela de integración social, donde Cristo sea el Eje de unidad dentro de la diversidad de clases sociales. Es por eso que debemos abstenernos de todo gasto superfluo y de todo derroche que provoque la proyección de un Colegio prohibitivo para las clases módicas y pobres. Tanto en la formación diaria impartida como en todas las actividades llevadas bajo nuestro impulso y responsabilidad, debemos estar de acuerdo con la doctrina social de nuestra amada Iglesia Católica y buscar en ella el intento de sembrar y desarrollar todos los valores humanos y religiosos y que la evolución de la sociedad ha opacado o eliminado. Nuestra filosofía incluye:  
  • Aquellos principios que tiene en común con toda educación verdadera tales como: respeto a la libertad y a la dignidad del hombre y el cultivo de los verdaderos valores morales.
  • Una excelencia académica que sea competente para desarrollar al máximo las capacidades intelectuales de los alumnos. Se propone formar hombres y mujeres que aporten al máximo de sus personas a la sociedad donde se desenvuelvan.
  • Como escuela católica tiene una nota característica que es la búsqueda del crecimiento de los alumnos en la fe para que todo su quehacer humano esté conforme con el de cristiano no solo de nombre, sino en todos sus programas, actividades y cuanto concierne a las necesidades de la comunidad.
  • Por ser una escuela vicenciana tiene un carisma especial dentro de la educación católica: formar una conciencia social animada por el espíritu de Jesucristo que lleve a sus alumnos a comprometerse con sus vidas y su acción en favor de los más desheredados. En un mundo donde predomina la injusticia, deben sufrir en su carne el hambre dos terceras partes de la humanidad; la desnudez, la opresión, la guerra, la orfandad y ancianidad abandonada, la manipulación, la falta de libertad, el subdesarrollo en todas sus facetas. La escuela debe ser consecuente a este principio que le caracteriza en todo su quehacer escolar. Con este fin llevará a cabo durante el curso ciertas actividades de carácter benéfico en las que participarán, de buena voluntad, todos los alumnos de acuerdo a sus posibilidades pero siempre con generosidad.
  • La familia es la fuente primaria en el proceso de la educación siendo la primera escuela de las virtudes sociales, por eso, urge que los padres crean en esta filosofía y la apoyen con el testimonio de sus vidas. De esta manera confirman y fortalecen, unidos a la escuela, la línea de formación que van recibiendo sus hijos. Deseamos lograr de nuestros alumnos líderes cristianos que sean verdadero fermento de amor y servicio hacia los demás, para que en cualquiera de las ocupaciones en su vida trabajen en la difusión del reino de Dios en esta ciudad terrenal.
  • Los ex-alumnos del Colegio deben ser el mejor testimonio de la labor educativa de la escuela, por lo tanto nuestra labor no termina en el duodécimo grado, sino que se propone continuar atendiéndolos con consejos, con amistad. Un medio para el logro de este fin es la Asociación de Ex-alumnos del Hogar Colegio La Milagrosa que queremos propulsar.